Terapia con Caballos

La terapia con caballos, también conocida como equinoterapia, es una práctica terapéutica que aprovecha la conexión entre humanos y caballos para facilitar el crecimiento personal y emocional. A través de la interacción con estos nobles animales, se pueden desbloquear emociones, liberar tensiones y desarrollar una mayor conexión con uno mismo.

¿Por qué nos sentimos tan bien cerca de un caballo?

Estudios del Instituto HeartMath han demostrado que el corazón de un caballo emite un campo electromagnético hasta cinco veces más fuerte que el de un ser humano. Cuando estamos cerca de ellos, ese campo impacta directamente en nuestro sistema nervioso, promoviendo un estado de calma, coherencia emocional y bienestar profundo.

Las sesiones con caballos tienen el poder de:
– Reducir el estrés y la ansiedad
– Regular emociones intensas
– Activar procesos de confianza y autoestima
– Potenciar el liderazgo personal y la comunicación no verbal
– Disolver bloqueos inconscientes a través de la observación y el sentir

¿Para quién es esta terapia?

La Terapia Asistida con Caballos es para ti si:

🔹 Te cuesta conectar con tus emociones o con tu cuerpo
🔹 Estás atravesando un proceso de duelo, ansiedad o crisis personal
🔹 Deseas trabajar en tu liderazgo personal o autoestima
🔹 Sientes que necesitas reconectar con la naturaleza, contigo y con tu centro
🔹 Quieres vivir una experiencia diferente y profundamente sanadora

¿Cómo se vive una sesión de terapia con caballos?

Durante la sesión, trabajamos desde el cuerpo, la energía y la emoción.
No se monta al caballo. Se interactúa con él en libertad, observando cómo reacciona ante nuestra presencia, cómo responde a nuestras intenciones, y qué refleja de lo que llevamos dentro.

El caballo percibe cuando estamos en coherencia o no.
Si dices algo, pero tu energía muestra otra cosa, lo notará.
Por eso esta terapia es tan poderosa: te ayuda a alinear lo que sientes, piensas, haces y dices.

Es un proceso donde no solo observas al caballo, sino que te permites ser observado por él… y por ti misma.

No necesitas hacer mucho, ni hablar de más. Solo necesitas estar. Y permitir que, en ese encuentro silencioso, algo dentro de ti se acomode, se suelte, se ordene.